Daniel Primost, ingeniero agrónomo, titular de la cátedra de Agroecología, Sociología y Extensión Rural de la carrera de Medicina Veterinaria que se dicta en la Facultad de Bromatología de nuestra Universidad, aporta su mirada sobre la agroecología, la extensión rural, el traspaso de conocimientos y la formación de los nuevos estudiantes.
En diálogo con la FM 100.3 de Gualeguaychú, Primost no dudó en expresar que “la carrera de Medicina Veterinaria tiene más vigencia que nunca. Desde nuestra cátedra, el principal aporte es ver el futuro de los estudiantes desempeñándose en las distintas variantes que tiene como perspectiva ese ejercicio profesional. Para que ese desarrollo sea efectivo y profesional, tiene que ver con lo que llamamos normalmente la extensión rural, que también hoy abarca lo urbano, con una valija de herramientas muy importantes, que nutren a la extensión desde la sociología y sus extensiones. El abordaje del traspaso de conocimiento por parte de los estudiantes que se están iniciando, es amplio, complejo y ambicioso”.
Recordó que “la carrera está dando sus primeros pasos en la UNER, en una provincia y una zona como la nuestra, donde hay diferentes producciones en el tema de lo rural. Está muy presente la vinculación con el medio, en un permanente debate”. Y en ese sentido, “el término desafío quizás sea lo que mejor defina a la cátedra: el desafío de definir algunas metodologías para la acción, concretamente con lo que hoy llamamos agroecología, pero que en realidad se aplica a cuestiones que tienen que ver con lo social, con lo político, con lo productivo”.
Primost explicó que “estamos convencidos que el principal aporte que podemos hacer es instalar el diálogo de esta transición, sin posturas extremas en las aplicaciones y metodologías a la hora de llevarla a la práctica productiva, porque también demanda un bagaje de conocimientos que importa a la sociología y la extensión, que tienen que ver con el medio donde se produce, la circunstancia, el escenario y las vivencias que pueda tener el productor. Pero también están los tiempos del almanaque, de la preparación, del aggiornamiento a este cambio”.
Para el docente ese cambio debe ser gradual. “De esto deberíamos estar hablando a la hora de las propuestas o de información, inclusive, porque de ninguna manera, desde el punto de vista técnico, institucional o político se podría establecer de un día para el otro que se instale el cambio. Hay circunstancias económicas, de recursos humanos, que hacen al abordaje integral”. Graficó el tema con un ejemplo concreto a partir de una producción agrícola ganadera convencional: "¿Quién puede esperar que en unos pocos meses o en un año pueda encarar la misma producción agroecológica, con todos los términos que esto implica? Porque a veces se nombra agroecológicos por el sólo hecho de decir una de las características que empiezan a aplicar. Lo mejor que podemos aportar es la información para llevar a establecer los criterios, los cambios de manera integral. Hoy es prácticamente imposible certificar algo como agroecológico, es todo un camino”.
El profesional amplió resaltando que: “El 99 por ciento de las veces que se habla de la cuestión agroecológica no se tiene en cuenta la ganadería, la participación animal, que en un esquema agroecológico en serio es fundamental, es decisivo. En Extensión debemos tener empatía, ponerse del otro lado del mostrador, de la mesa, de la tranquera y, así, ubicándonos en ese escenario de las vivencias, de las cuestiones que están rodeando la situación de la persona a la cual queremos llegar con nuestro mensaje. Si no nos ubicamos en eso será difícil proponer cambios y acompañarlos".
“Me parece muy importante que tengamos todos los recaudos necesarios en la discusión. Tratamos de aportar un poco de claridad y ayudar a la comunidad con lo que creemos que es importante: la formación y la información. También como actores docentes en la formación de estudiantes, respecto de su desempeño futuro”.
El ingeniero agrónomo resaltó los alcances de la carrera y las posibilidades que brinda para los estudiantes. “Además estás formando futuros profesionales, pensando la ganadería en la inmensidad de temas que abarca el ejercicio profesional de un veterinario. Hay un acompañamiento a la mirada, a la evolución que hay en la sociedad, hacemos salidas, jornadas, donde los estudiantes intercambian activamente con las producciones de la zona, visitando campos de iniciación agroecológica, ganadera, esquemas agrícolas, abrimos la cátedra para profesionales de largo recorrido. Eso es el medio y el contacto de la cátedra y de la Universidad en su conjunto”, finalizó.
