Gustavo San Miguel, médico veterinario, coordinador de la Carrera de Medicina Veterinaria y docente de la carrera en la
Facultad de Bromatología de la UNER recordó el origen del Día del Médico Veterinario que se celebra el 6 de agosto y la actualidad de la profesión.
San Miguel recordó que “el 4 de agosto se cumplieron 259 años de la Escuela de Veterinaria en Maisons-Alfort, Francia, fundada por Claude Bourgelat, médico veterinario francés, fundador de institutos de enseñanza superior de veterinaria. Y el 6 de agosto 1883, en Lavallol, funcionaba un instituto agronómico veterinario que ofrecía dos carreras, una se llamaba capacidad agrícola y la otra se llamaba Arte Veterinario. Eran cuatro años y se anotaron los 18 primeros alumnos para estudiar esas dos modalidades y seis hacían un título intermedio, que le daba el grado de mayordomo”.
Tras el recuerdo al creador de la carrera de veterinaria y al primer instituto en nuestro país, en diálogo con la FM 100.3 de Gualeguaychú, el docente, explicó los desafíos que enfrenta la carrera en tiempos de pandemia, el vínculo con los estudiantes y también con la comunidad. “El gran desafío para el médico veterinario para el 2030 es la salud". El lema de la Organización Mundial de Sanidad –OIE- es 'Una Sola Salud'. Este concepto fue introducido a comienzos de la década del año 2000, resumiendo en pocas palabras una noción conocida desde hace más de un siglo, a saber que la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten. "El médico veterinario toma una preponderancia muy grande porque es el profesional que trabaja a partir del control de la zoonosis, es decir, todas las enfermedades que se transmiten de los animales al hombre”, destaca.
El profesional resaltó que “hoy se hace hincapié en la tenencia responsable de una mascota: desparasitar, vacunar o en actividades donde se deben involucrar a chicos y jóvenes. La Facultad tiene un proyecto respecto de este tema, donde varias cátedras están comprometidas, para trabajar con los colegios primarios, ir marcando la responsabilidad que debe tener el ser humano en atender a las mascotas, pero también en lo que refiere a la industria frigorífica y alimentos de origen animal”.
En ese sentido, San Miguel explicó que “el veterinario tiene un gran alcance de títulos. Su profesión está dividida en tres grandes áreas: la salud animal, la salud pública (estamos pregonando que deben estar unificadas) y la producción animal. Es una profesión muy amplia, muy generosa, el que la toma la ejerce con responsabilidad y la Facultad y la Universidad deben afrontar esas prioridades”
Sobre el desarrollo de la carrera de Medicina Veterinaria destacó que “recién estamos terminando la mitad del segundo año y falta un camino que será árido pero muy fructífero. A medida que vayamos avanzando en la carrera y se vayan incorporando nuevos profesionales, podremos darle mucho más a la ciudad y la provincia”.
Sobre los vínculos con los estudiantes, resaltó que “para todos es difícil, pero no imposible. Tenemos un equipo de trabajo que se ha puesto al hombro todo el proceso y los estudiantes han respondido muy bien” aunque también advirtió que “tras una reunión en la Asociación Panamericana de Anatomía, la conclusión fue que el profesional de la salud no puede ser formado vía online. Nos están faltando espacios para la parte práctica, la carrera tiene muchísima actividad práctica que no se puede volcar en una clase virtual. Estamos haciendo lo posible para que esto llegue a buen puerto, pero no se puede formar un alumno de la carrera de veterinaria, o de cualquiera de las áreas de salud, en forma virtual”.
