La Facultad de Ingeniería, así como el resto de la UNER y todas las universidades del país, tuvo que afrontar a partir de marzo las condiciones extraordinarias e históricas que impuso la emergencia sanitaria dictada a nivel nacional y provincial debido a la pandemia del coronavirus. Todas las áreas de la Facultad se vieron forzadas a evaluar, planificar e implementar diversas actividades en las condiciones que permitían el aislamiento y distanciamiento social para dar continuidad las acciones de docencia, investigación y extensión y, especialmente, garantizar la formación de estudiantes.
Una de las áreas que gracias a la colaboración de los Directores y Coordinadores de carreras, adecuó su labor y pudo dar continuidad a su plan académico, aún con algunas alteraciones en los plazos previstos, es Investigación y Posgrado. Las carreras de posgrado que ofrece la FIUNER son la Especialización en Ingeniería Clínica, la Especialización en Sistemas Embebidos, la Maestría en Ingeniería Biomédica y el Doctorado en Ingeniería.
Adaptación
Los cursos de posgrado se adecuaron a la virtualidad tomando como base la aplicación de dicha modalidad, primero, en las carreras de grado. El Secretario de Investigación y Posgrado, Javier Adur, destaca que “las actividades que se realizaron en el grado nos sirvieron de primera experiencia. Al principio algunos cursos se suspendieron y nos dio tiempo para analizar las herramientas y ver cómo trabajó el área de Educación a Distancia. Y nos dedicamos a adaptar actividades”.
Así, se completaron tres cursos de la Especialización en Ingeniería Clínica; dos de la Especialización en Sistemas Embebidos; dos cursos de la Maestríaen Ingeniería Biomédica y del Doctorado en Ingeniería.
Las especializaciones en Ingeniería Clínica y en Sistemas Embebidos mantuvieron este año una matrícula de entre 15 y 18 alumnos cada una. Y algunos cursos llegaron a tener unos 40 inscriptos, una cantidad mayor a la de otros años con modalidad presencial. “Las especializaciones son más profesionales y aportan contenidos para que los graduados se vayan actualizando. Al tener varios interesados de otros lugares del país, había mayores posibilidades de que la gente se inscribiese”, explica Adur.
Las acciones de posgrado que resultaron más afectadas por el contexto fueron las necesariamente presenciales, como visitas a clínicas u hospitales y experiencia de laboratorios, que debieron sustituirse por otras actividades en el campus virtual de la Facultad.
Transición a virtualidad
Las condiciones que impuso la pandemia no sólo obligaron a la adaptación de las carreras en curso, sino que dieron impulso a la planificación de nuevas ofertas académicas en modalidad virtual de la FIUNER.
Las Especializaciones, Maestría y Doctorado que ya dicta la Facultad están acreditadas o en proceso de acreditación ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) como presenciales. Esto implica que en modo virtual puede cursarse hasta un 49 por ciento de sus horas. “CONEAU atiende la situación por la pandemia y los cursos que se están dando a distancia los toma como presenciales. Pero no podemos pasarlas a distancia porque no estaríamos cumpliendo con lo pautado ante CONEAU”, aclara Adur.
Además, indica que hay actividades de algunas de las carreras actuales que en condiciones normales –fuera de la pandemia- no se pueden suplir, como el trabajo con los equipos médicos o el recorrido en clínicas y hospitales. “Eso no está previsto reemplazarlo, porque no hay didáctica que reemplace el aporte de ese contacto”, indica el secretario.
Sí está planteado, a futuro,“aprovechar al máximo el porcentaje de horas que podemos hacer a distancia.Está en agenda tratar de llevar el 49 por ciento de las horas a esa modalidad. Cuando damos cursos a distancia se triplica la cantidad de inscriptos. La pandemia aceleró los planes que teníamos”,confirma Adur.
Y también, según informó, “está en agenda una nueva maestría, vinculada a la enseñanza de la ingeniería. Se la pensó como presencial pero permitirá más cantidad de horas en modalidad virtual. Hay especializaciones vinculadas a cuestiones de normativa que se podrían hacer a distancia. Las necesitan nuestros egresados que están en distintos puntos del país”, sugiere el secretario.
Investigación
En relación a la otra área de la Secretaría y su adaptación a la distancia, Adur admite que “Investigación es un poco más complicado porque muchos de los proyectos necesitan trabajo experimental, presencial, en la Facultad. Los que pueden hacerse a distancia o en computadora, como trabajos de modelización, siguieron trabajando. Y los que habían terminado parcialmente las experiencias aprovecharon el tiempo para escribir o publicar los resultados”.
Un inconveniente que generó la emergencia sanitaria por la pandemia fue que no todos los proyectos que tenían subsidios asignados pudieron ejecutarlos. “Ese dinero parado se desvaloriza y hay que reprogramar lo que se pensaba comprar. Para que no se desvalorice el dinero se habilitó un canal de compras nacionales y algunos investigadores adquirieron insumos e equipos básicos”, cuenta Adur. Mientras tanto, los plazos administrativos, tales como presentación de informes, están prorrogados.
Apoyo a la Emergencia
Una de las acciones a destacar desarrollada en el marco de la pandemia es el Grupo de Trabajo para Apoyo a la Emergencia Sanitaria. El espacio colaborativo, coordinado por la Oficina de Vinculación Tecnológica, promovió y realizó investigaciones y acciones en diversas líneas: Equipamiento Médico, Prototipado Electrónico e Impresión 3D, Ensayos y Calibración de Equipos Médicos, Bioseguridad, Salud Pública, Información de interés para Ingenieros Clínicos y Modelización Computacional.
Por otra parte, dos equipos de investigación de la FIUNER resultaron seleccionados en la convocatoria extraordinaria impulsada por la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), entre más de 900 propuestas desde todo el país. Uno consiste en la implementación de un sistema de información sanitario basado en software libre para la gestión local de epidemias en municipios; el otro busca predecir, mediante simulación espaciotemporal basado en agentes, el desarrollo del Covid-19 en todo el país.
Asimismo, el contexto no impidió que se responda a las convocatorias del CONICET para becas doctorales y postdoctorales, para las cuales se concretaron 14 postulaciones entre la Facultad y el Instituto de Investigación y Desarrollo en Bioingeniería y Bioinformática.
Finalmente, Adur menciona que desde la Secretaría se trabaja para que en octubre se presenten nuevos proyectos de investigación a realizarse en 2021.
Fuente: Facultad de Ingeniería - UNER
