Sergio Britos, licenciado en Nutrición y coordinador de la Carrera de Licenciatura en Nutrición de la Facultad de Bromatología y docente de la cátedra Formulación y Evaluación de Proyectos Nutricionales recordó el Día Mundial de la Alimentación al tiempo que analizó las políticas alimentarias que se desarrollan en el país y la importancia de implementar educación alimentaria desde los primeros años de vida.
En diálogo con la FM 100.3 de Gualeguaychú, Britos recordó que “desde hace 41 años, el 16 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, instituida en 1979 por la FAO, el organismo de las Naciones Unidas responsable de Agricultura y Alimentación. Celebrarlo implica, al menos un día al año, pensar cuál es la situación social, alimentaria y nutricional de nuestras poblaciones y los desafíos y políticas a implementar en términos de mejorarlas”.
Estos tiempos de pandemia en todo el mundo, y en nuestro país en particular, según Britos obliga a “redoblar la preocupación en cuanto a la seguridad alimentaria de nuestra población. Argentina desde fines del año 2019 viene con un severo problema de seguridad alimentaria, de problemáticas nutricionales, que seguramente está siendo potenciado a partir del deterioro económico que está teniendo la situación social como consecuencia de estar en una merma en las actividades productivas, de trabajo y de generación de ingreso por parte de nuestra población”.
En ese sentido, recordó que “hace unos pocos días, a través del Indec, tomamos conocimiento que en el segundo trimestre, cuando la pandemia estaba empezando, el 48 por ciento de la población, casi la mitad de la Argentina, se encontraba en situación de pobreza y casi el 60 por ciento de los niños vive en hogares en situación de pobreza. Esta lectura, de alguna manera, marca la gravedad de la situación que, obviamente, determina problemas muy gravosos en materia de calidad de alimentación”.
El licenciado remarcó también que “estudios realizados en Argentina muestran que menos del tres por ciento de la población tiene una calidad de dieta adecuada a las recomendaciones de nuestras guías alimentarias, es decir, que prácticamente toda la Argentina tiene problemas en materia de calidad de dieta y esto es un desafío enorme”.
Políticas de asistencia alimentaria
Britos detalló que “Argentina tiene una política de asistencia alimentaria en el contexto de la crisis que estamos atravesando, en la cual vale analizar dos cuestiones. Por un lado, la cobertura y por otro, la calidad. En la primera, se está alcanzando en toda la Argentina una cobertura bastante importante, más de 11 millones de personas está recibiendo asistencia, de alguna manera, a través del Estado, probablemente la Tarjeta Alimentar sea el programa de mayor alcance, más toda la red de merenderos y comedores distribuidos en todo el país, los comedores escolares. La cuestión de la calidad nutricional que se ofrece en nuestros comedores o de lo que compra la gente con la Tarjeta merece ser puesto en debate. Es largo el camino que tenemos por mejorar en la calidad de estos programas”. Destacó además que “en la propia Facultad, en algunos de los proyectos que hemos trabajado en los últimos años, hemos observado algunas deficiencias en cuanto a la calidad que ofrecen, por ejemplo, las escuelas de Gualeguaychú. Esto no es un hecho aislado y sucede en gran parte de nuestro país”.
Por último, Britos se refirió a la educación alimentaria como “absolutamente indispensable'' que debe iniciarse, no sólo en los jardines de infantes sino en los primeros años de vida. “En los primeros dos años de vida, suceden cuatro cosas que nunca más vuelven a ocurrir a lo largo de nuestras vidas: nunca se crece como en ese momento; nunca se desarrolla la inteligencia como ocurre en los primeros dos años de vida; es el momento en que se forman las defensas contra las enfermedades; la fortaleza de nuestro sistema inmunitario y el cuarto, evento tiene que ver con que es el momento estratégico para formar el gusto por algunos alimentos y por una alimentación saludable”.
“Por eso, la educación alimentaria en esos primeros años de vida es absolutamente indispensable porque ahí empiezan a formarse hábitos alimentarios que serán perdurables en el tiempo”, concluyó.