Debido a la pandemia, en marzo de 2020 la Universidad Nacional de Entre Ríos tuvo que cerrar sus edificios y rearmarse en cada uno de nuestros hogares. Sin distinguir a qué área pertenecemos o qué rol ocupamos, todas nuestras experiencias se transformaron sustancialmente. Por eso, en tiempo de balances, el de este ciclo será muy distinto a otros. Parte del equipo de gestión de nuestra Universidad reflexionó: ¿qué huella deja en la UNER este año atípico?
Andrés Sabella - Rector“Este año ha sido muy especial, complejo y diferente. La prioridad de nuestra gestión, me refiero a Rectorado y facultades, ha sido privilegiar la salud y el bienestar de toda nuestra comunidad universitaria, como parte de la sociedad entrerriana y argentina. Hemos llevado adelante un sinnúmero de acciones que han intentado contener a nuestros trabajadores en este contexto, como así también a todas las medidas y acciones las hemos hecho intentando respetar el derecho fundamental de nuestros estudiantes. En eso la Universidad claramente ha dado una respuesta mucho más que satisfactoria”, afirmó.
Asimismo, resaltó que “han podido trabajar los secretarios de Rectorado codo a codo con los secretarios de las facultades. Fue un cambio para bien y que viene para quedarse, así como yo, como rector, he podido trabajar con los decanos para consensuar cada uno de los temas que hemos tenido que afrontar”.
Por último, Sabella reflexionó: “El eje ha sido siempre mantener la calidad que caracteriza a la Universidad Nacional de Entre Ríos, y me siento orgulloso de todo lo que hemos hecho. La universidad pública argentina no se ha detenido, y realizó acciones que han permitido estar a la altura de lo que la sociedad argentina ha demandado en esta situación de pandemia”.
Gabriela Andretich - Vicerrectora
“Al inicio de la pandemia se conversó mucho con la gestión sobre qué temas, además de la cuestión académica, se iban a priorizar. Planificar tal como lo concebimos, como una herramienta de gobierno, es sumamente importante en todo tiempo, pero aún más en estos tiempos de incertidumbre. Es justamente lo que ayudó a la Universidad a organizarse para poder avanzar, y lo hicimos rápidamente”, relató.
Particularmente en relación a las circunstancias, la vicerrectora reflexionó que “la Universidad se movilizó, y resultó bien, por supuesto a pesar de los problemas que pudo haber ocasionado tener que cambiar de modalidades. Pero queda un salto interesante para las formas de trabajo, de reunirse, de vincularse. Eso es muy positivo. Por otro lado, este año deja ver que faltaron esas cuestiones que analistas institucionales llaman ‘lo informal’ que da dinamicidad a las instituciones, lo que va más allá de la reunión, encontrarse con el otro, conversar; si profundizamos, lo simbólico”.
En lo que respecta al Plan Institucional Participativo -PIP-, del cual Andretich también es coordinadora, indicó: “Se pudo avanzar modificando la metodología, y se logró. La Universidad termina el año con cuatro líneas estratégicas, que muestran a dónde va a puntualizar su trabajo la Universidad de aquí al 2025. Fue un año distinto, pero también de mucha planificación y que rindió sus frutos positivamente”.
Alejandro Caudis - secretario de Asuntos Jurídicos“Como todos sabemos, el año 2020 ha sido totalmente atípico, producto de la pandemia que obligó a replantear lo que estaba originalmente planificado, lo que se había pensado. Eso obviamente implicó un gran desafío para la institución en su conjunto, hubo que readecuar absolutamente todo. No solo las cuestiones académicas, de investigación, de extensión, sino todas las otras actividades que realizaba la universidad, ya sean áreas sustantivas o de apoyo. Por ejemplo, hubo que reformar el sistema de becas para adecuarlo a la cuestión de la conectividad. Desde la secretaría de Asuntos Jurídicos no solo acompañamos a cada una de las secretarías, al rectorado y a las facultades, sino que pudimos avanzar y sortear todos los inconvenientes”, destacó.
El secretario también se refirió al proceso de reforma del Estatuto: “Obviamente no se pudo realizar la asamblea como se había planificado, pero culminamos el año con un avance muy importante en la reforma estatutaria. Trabajamos arduamente en la actualización normativa de la universidad, y aún más, logramos generar textos unificados u ordenados de mucha normativa que estaba dispersa e incluso generaba controversias en el seno de la universidad institución. No es poco, porque todo esto tiene que ver con la construcción colectiva de un espacio público que es la universidad. Un año que se presentó como profundamente disruptivo y desde la Secretaría lo transformamos en una oportunidad. Pudimos realizar el 100% de lo que se nos demandó, acompañar a las distintas áreas y avanzar con propuestas que otorgan un sentido de unidad a la Universidad Nacional de Entre Ríos”.
Alina Francisconi - secretaria General“Este año atípico, distinto, lleno de incertidumbres, que nos ha trastocado las rutinas y todos los hábitos y paradigmas que incluso teníamos, pone de relieve en la Universidad Nacional de Entre Ríos la importancia de las personas como motor de las organizaciones. Las visualizamos en espacios físicos, y este año en el que tuvimos que volver a nuestras casas, la UNER siguió presente, funcionando, con el compromiso de cada una de las personas que forman parte de la institución”, manifestó Francisconi.
Además, destacó que “las personas y la información son dos intangibles de difícil valoración, pero fueron las aristas que sostuvieron el trabajo y la presencia de la UNER en el contexto. Puntualmente, la Secretaría tiene una Dirección de Gestión Administrativa y una Dirección General de TIC, que han atendido y cuidado a estos dos grandes recursos. También creo que ha sido un momento para la reflexión individual y colectiva, para repensar los vínculos con nuestros compañeros de trabajo, las formas de hacer las cosas, desafiarnos a aprender y sobre todo a desaprender las rutinas laborales. Hemos tenido que entender que la UNER, en sus edificios o desde casa, tenía que seguir brindándose a la comunidad y dando respuestas. Que la salud no es solo una cuestión individual, y esto pone en relieve el compromiso institucional de certificar como una Universidad saludable y habitable para todos. Sin dudas el 2021 nos seguirá desafiando con respecto a la responsabilidad individual y con consciencia colectiva”.
Guillermo López - secretario Académico “En lo que refiere a nuestra secretaría Académica, los equipos docentes y áreas de educación a distancia tuvieron la capacidad de transformar propuestas de educación presencial en propuestas virtuales. Se siguió trabajando en la capacitación docente para poder afrontar ese proceso. Desde el punto de vista laboral, este año nos marca que hay otros modos de comunicarnos. También hicimos propuestas sistemáticas de modificación de normativas que estaban planteadas para la presencialidad, y acompañamos a distintas áreas en la protocolización de actividades que permitieran el retorno”, reflexionó.
En continuidad con las líneas de trabajo, López añadió que “teníamos un programa de Tutores Pares y de pronto tuvimos que cambiar el enfoque porque las necesidades de nuestros estudiantes eran otras, o aparecían otras variables. Entonces 100 estudiantes avanzados pudieron acompañar en algunas situaciones de complejidad, más allá de las académicas puras. En el vínculo con el Consejo General de Educación surgió el PAU, una primera experiencia de preparatoria para ingresar a la Universidad en la cual transitaron más de mil estudiantes. Fue sumamente enriquecedor y nos deja un debate a futuro de si es una alternativa para desafiarnos en años próximos”.
Como reflexión final, sostuvo: “La Universidad tiene una trayectoria garantizando la educación y eso no se vio resentido; puso en valor más de 50 años en propuestas académicas. Este año nos dejó una huella porque había un camino, nos interpeló a toda la comunidad universitaria, y lo positivo va a ser recuperado en propuestas a futuro, más allá de que volvamos a la normalidad. Y desde la secretaría Académica y como equipo de trabajo entendemos que, más allá de las circunstancias de este año tan especial, se puede. Y se puede porque hay voluntad, compromiso para sacar las cosas adelante, y realmente lo logramos”.
Roberto Medici - secretario de Extensión y Cultura“Este año la función de extensión se vio caracterizada por el contexto de COVID-19, con la propuesta de acciones de extensión en emergencia. Hicimos dos convocatorias, se fueron presentando una diversidad de propuestas que estuvieron muy marcadas por la necesidad de dar respuesta a problemáticas que fueron surgiendo. Provenían de gobiernos locales o de organizaciones de la sociedad civil, y la universidad estuvo presente para poder colaborar. Todos los campos disciplinares hicieron aportes importantes y muy diversos”, detalló Medici.
“Otra de las líneas de trabajo de la Secretaría fue el programa Ciudadanía y Territorio. Tuvimos la necesidad de reformularlo hacia la virtualidad y lo pudimos desarrollar satisfactoriamente. También acompañamos el PAU junto a secretaría académica. Este año no solo estuvo la difusión de carreras, sino también el objetivo de generar puentes entre la escuela y la universidad”, concluyó.
La UNER en un nuevo escenarioEn 2020 aprendimos a cuidarnos colectivamente, a relacionarnos de otras maneras, a realizar nuestras actividades en circunstancias inéditas e imprevisibles. El mismo contexto también nos desafió a incorporar nuevas herramientas, recursos y competencias. Gracias al compromiso de su comunidad, la Universidad Nacional de Entre Ríos continuó escribiendo su historia, sin dejar de mirar hacia adelante.
