En la Unidad Penal Nº 1 de Paraná se realizó la edición Nº 10 de Radio Abierta Chamuyo FM.
Haciendo radio en el patio de la Unidad Penal
Haciendo radio en el patio de la Unidad Penal
En la Unidad Penal N° 1 de Paraná, por décimo año consecutivo, se realizó la Radio Abierta Chamuyo FM. Una celebración que cierra el año de trabajo en los talleres que el Área de Comunicación Comunitaria de la Facultad de Ciencias de la Educación desarrolla en la cárcel.
Jugamos a la radio y nos salió bien. Más que bien. El 5 de diciembre pasado, la décima Radio Abierta Chamuyo FM en la Unidad Penal Nº 1 Juan José O’Connor desplegó como en un gran tablero de ludo todas las estrategias para imaginar el mundo a la medida de cada una de las personas privadas de su libertad ambulatoria, quienes durante seis meses aprendieron y experimentaron las distintas variantes del lenguaje radiofónico. Una fiesta de comunicación comunitaria que no dejó a nadie fuera.
Para el equipo del Proyecto de Prácticas Integrales & Territorios “Universidad y Cárcel: Bitácoras y nuevos rumbos” propuesto por el Área de Comunicación Comunitaria de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos, el mes de diciembre significa celebración. Durante todo un semestre transitamos los callejones de la cárcel en busca de la libertad, tratando de redimir al mundo de sus desigualdades, y devolverle el carácter humano a los vínculos, la comunicación y la educación. Vamos construyendo poco a poco, y desde hace más de diez años, un dispositivo que permite decir, crear e imaginar desatando nudos de la garganta para que nada quede reprimido y salga lo mejor de nosotros.
La 10ma Radio Abierta Chamuyo FM en el penal de varones fue un festejo multitudinario. Alrededor de cuarenta personas –entre docentes, estudiantes y detenidos de la UP Nº1–, integramos un grupo de trabajo que durante dos horas fue rotando en los micrófonos siguiendo un vasto guión radiofónico que incluyó radioteatros, poesías, tramas, entrevistas y muchas palabras para el mundo. El lugar elegido fue el de casi siempre: al costado de la cancha de fútbol, un pulmón de frondosa arboleda que decora y da vida al mundo intramuros, otro privilegio del litoral.
Un vecino que vive desde el 55 en el barrio, mientras mostraba el recorte del periódico donde figuraba la fecha y lugar del evento que lo había convocado a entrar a la cárcel, con sus más de 70 años, comentaba cómo era la chancha de fútbol de la UP cuando él era tan sólo un niño recién llegado a la ciudad: “era enorme, abierta, y jugábamos todos”. Junto a ese predio ahora rodeado de muros y sobrecustodiado se desarrolló esta radio, esta puesta en el aire. Un patio de lunes en un contexto de encierro que se transformó por un rato, y a fuerza de voluntades colectivizadas, en un día de libertad. Una cancha que se hizo grande y abierta porque más de 30 jugadores salimos con la camiseta blanca a lucir con orgullo un mismo escudo, pintado en una de las tantas tardes creativas del taller: el de la 10ma Chamuyo. Un 10 que no necesariamente hace goles, que entra a jugar y a poner pasión e imaginación, a mostrar y mostrarse que es posible encontrar un lugar para cada jugador.
Las banderas de la Radio sobre la mesa principal. Micrófonos, aire fresco bajo esos altos árboles. No hay mejor lugar para estar con el calor que despide la primavera. Va llegando la gente… La visita que siempre es bien recibida, maestras, profesores e invitados especiales. Esta vez, es numeroso el esfuerzo del personal penitenciario que rodea la cancha por fuera del alambrado. En este día sólo quedan los colores vivos. Como durante todo el año, el trabajo en conjunto es fundamental para trasladar mesas, sillas y el equipamiento necesario desde el Salón de Usos Múltiples (donde funcionan las aulas de UADER y UNER), pero esta vez con la camiseta puesta: la del Chamuyo, diseñada en el marco del Taller y que nos identificó como un verdadero equipo.
“¡Bienvenidos a la décima Radio Abierta Chamuyo FM!”. El formato abierto tiene un componente extra al lenguaje radiofónico, y es la teatralidad por estar frente a un público; una formidable escena de cuerpos y palabras que no pueden ser fruto de una improvisación espontánea, sino producto de un gran trabajo. Poniendo el cuerpo y contándole a la audiencia presente de qué se trató esto de aprender de manera colectiva las distintas aristas del lenguaje radiofónico y su producción. Se escuchó “Un sueño”, el radioteatro que nos dejó “ver”, con los sentidos del oído, una especie de pesadilla en la que a un hombre se le va la vida de las manos; un hijo preso, su compañera enferma y él sin un peso. Claro, ella lo despierta del mal viaje y lo manda rápido levantarse a trabajar.
El público presente con saludos, el humor con las publicidades (“Panadería El Sudor, los mejores panes saborizados”), palabras y más palabras en la 10ma Radio Abierta Chamuyo FM. Una trama sonora, lo primero realizado en el Taller de Radio: en ella se presiente una multitud que clama por los artistas y que luego es silenciada por el riff más conocido de Skay Beilinson; una fuerte tormenta parece no poder dispersar el show en vivo del arte musical y Ji ji ji que sigue sonando.
El chamuyo del bueno llegó con la poesía escrita por uno de los hombres privados de su libertad y leída por una madre. Después, con Malvina, una estudiante de Comunicación Social que ha publicado libros de sus experiencias en viaje y entrecruzamientos culturales. Momento elevado en la cárcel, lugar que es puesto en lo más bajo de los niveles humanos. El tobogán poético nos llevó directo al barrio. Alumnos de la escuela Guadalupe de La Floresta, motivados propiamente por su sensibilidad social, quisieron ser parte con su música, rimando con estilo, palabras como aullidos. El rap y el rock. El Perro Morelli, visita “ilustre”, uno más entre los conductores, conectados y disfrutando de esta magia. El día se nos escurría con placer y la fiesta era un ser vivo.
Homenajes del final para la escuela Vicente López y Laureano Maradona. La primaria y la secundaria que funcionan dentro de la institución penal de Paraná y que, por supuesto, realizan el trabajo educativo más fuerte. Maestras y profesores saludados. También el equipo extensionista de la FCEDU se llevó una parte de los agradecimientos por parte de los talleristas, quienes destacaron el esfuerzo y la valentía que ponemos año a año para derribar los muros de la exclusión con la potencia de las palabras y el contacto desprejuiciado para garantizar los derechos a la comunicación y la educación.
Una fiesta sin baile no lo es, y menos si no es tropical. Los Fieles y su cumbia timbalera nos pusieron a mover un rato para darle el mejor final a esta celebración de la comunicación comunitaria.
Por Equipo de Extensión de Universidad y Cárcel: Bitácoras y nuevos rumbos. Fuente: Área de Comunicación Institucional - Facultad de Ciencias de la Educación