Durante el mes de mayo se celebra la Semana Mundial del Parto Respetado. Desde hace cinco años, estudiantes de la Carrera Binacional en Obstetricia de la Facultad de Ciencias de la Salud realizan acciones en la vía pública para dar a conocer los derechos de las madres y las familias.
La iniciativa del Parto Respetado o Parto Humanizado nació en 2004 gracias a la Asociación Francesa por el Parto Respetado (AFAR) y desde entonces se replica en distintos países con un objetivo principal de visibilizar el modo en que se atienden partos en todo el mundo y exigir el cumplimiento de derechos vinculados al nacimiento.
En la Argentina, existe la Ley 25.929 sancionada y promulgada en 2004 y finalmente reglamentada en 2015 la cual defiende los derechos de las madres, los recién nacidos/as y sus familias al momento del trabajo de parto, parto y post parto, donde está detallado los distintos derechos que deben garantizarse a la mujer, el recién nacido/a y su familia (1).
Carina Leiva es coordinadora de la Carrera Binacional de Licenciatura en Obstetricia, y acompaña a los estudiantes de la carrera en las actividades en lugares públicos que desde hace cinco años se realizan para concientizar a la población, ya sea a través de folletería o conversando con las personas. “Los estudiantes se dividen en pequeños grupos y salen a recorrer algunos lugares del centro de la ciudad preguntando y charlando con la gente, con la sorpresa de que la gran mayoría desconoce la ley”, cuenta Carina, destacando la importancia de este trabajo de difusión.
El parto vertical
En Concepción del Uruguay, donde tiene su sede la Facultad de Ciencias de la Salud, hay un promedio de 3 partos diarios, y entre 900 y 1000 al año. En pos de la innovación, en esta unidad académica ya se está trabajando con la modalidad de parto vertical. “Las profesionales siempre hemos sido formadas con el parto normal, con la mujer acostada en una camilla o semi sentada en un sillón quirúrgico”, detalla Leiva. En el parto vertical la mujer está totalmente sentada en un banco de parto, sobre su cuerpo cuelga una tela flexible donde la mujer puede asirse para pujar y apoyar sus pies en el piso. “Esta posición permite que la fuerza se realice de forma fisiológicamente natural, tanto la madre como el niño, además de que se acortan los tiempos. También se evita la episiotomía, que es el corte que se hace para la salida del niño, y una vez que nace se lo entrega a la madre para que lo coloque sobre su pecho”, cuenta la docente.
En el Centro Interdisciplinario de Simulación en Salud de la Facultad se adaptó uno de los gabinetes para conformar un área de partos verticales, que sumado al gran número de modelos anatómicos hacen que las prácticas de los alumnos sean más cercanas a la realidad. “En el Hospital Urquiza desde el año pasado estamos realizándolos cuando la mamá lo pide, es una opción más”. La coordinadora de la carrera afirma que “Comenzar desde la formación es un punto clave. Para un profesional de muchos años, que ya tiene desarrolladas sus prácticas, es muy difícil cambiar”, reflexiona. “Creo que la semilla hay que ponerla en el estudiante en proceso de formación que cuando termine sus estudios tendrá un camino realizado para ponerse al frente de un parto en todas las modalidades que aquí se enseñan”.
