Palabras liberadoras: la comunicación en contexto de encierro
La Universidad Nacional de Entre Ríos desarrolla el Programa Universitario de Prácticas Integrales en Cárceles -PUPIC-, a través de las facultades de Ciencias de la Educación y Trabajo Social, que cuentan con dos equipos extensionistas dedicados a esta temática.
Los contextos de encierro configuran escenarios complejos ya que las actividades que se desarrollan en los establecimientos o instituciones penitenciarias se encuentran en un campo de tensión constante. Esto se debe no sólo a la particularidad de las personas y las situaciones por las que atraviesan sino también por las lógicas del funcionamiento y organización de las instituciones carcelarias.
La Universidad Nacional de Entre Ríos desarrolla el Programa Universitario de Prácticas Integrales en Cárceles -PUPIC-, a través de las facultades de Ciencias de la Educación y Trabajo Social, que cuentan con dos equipos extensionistas dedicados a esta temática. El Programa es financiado por la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación, a través de la convocatoria AbreAlas y tiene como objetivo sostener y ampliar las propuestas y acciones en relación a los contextos de encierro y sus problemáticas.
Esta línea de trabajo se inició en el año 2005, en el marco del Área de Comunicación Comunitaria de la Facultad de Ciencias de la Educación, y se sostiene gracias al aporte y participación de docentes y estudiantes, artistas, fotógrafos, músicos y personas de teatro, entre otros actores sociales. Lucrecia Pérez Campos es docente de Ciencias de la Educación, y ha sido parte del proyecto Comunicación comunitaria en cárceles desde sus inicios.“Había conocido la cárcel a partir de un taller de teatro que dependía de la Municipalidad. Una vez que decidimos iniciar este camino desde la Facultad, volvimos a conectarnos con el entonces director y la referente educativa. El primer proyecto de extensión que formalizó nuestro ingreso a la Unidad Penal N° 1 era un Taller de Comunicación. Pero la radio fue lo que inmediatamente surgió como posibilidad, por las características propias de un medio en el que únicamente necesitamos la voz y tener algo para decir”, relata.
El equipo trabaja a partir de dos premisas: la escucha atenta y la animación sociocultural. Estas estrategias propician su intervención en una íntima articulación entre comunicación, arte, creatividad y el encuentro con el otro. “Lo que puedo decir de nuestro proyecto es que nunca hacemos lo mismo, nunca nos aburrimos y nunca se aburren las personas con las que trabajamos”, comenta Gretel Schneider, quien también es docente en la misma unidad académica y estuvo involucrada desde los comienzos del proyecto, hasta la actualidad. “Generamos distintas cosas, basándonos en el potencial que tenemos como equipo y la responsabilidad que eso implica. Pensamos en las personas en situación de cárcel, los y las participantes de nuestros talleres, que son quienes ponen el cuerpo, las ganas, y la decisión de participar y de transformar aunque sea un poquito su estadía, cumpliendo una pena o un procesamiento”, relata.
Los artículos 133 a 142 de la Ley N° 26.695 de Educación en Contexto de Encierro (sancionada en julio de 2011 y modificatoria de la Ley N° 24.660), puntualizan sobre el derecho a la educación pública para las personas privadas de su libertad, y cómo debe ser garantizado. En la actualidad, 19 universidades desarrollan programas educativos en más de 30 cárceles provinciales y federales. Al respecto, Irene Roquel, docente del Área de Comunicación Comunitaria de la Facultad e integrante activa en esta línea de trabajo desde 2009, señala: “la Universidad debe ofrecer dos derechos que son inalienables; a la comunicación y a la educación”.
Con respecto a las dinámicas de trabajo y a los intereses de las personas que participan de los talleres, Roquel explica que “a partir del conocimiento del grupo que cada año se inscribe, se releva cuáles son los intereses, las inquietudes, los deseos o los saberes que traen quienes participan”. Luego, en equipo, “se diseña cuál va a ser el lenguaje o herramienta de preferencia”, señala. Este año, decidieron la profundización en el lenguaje teatral, que ya había sido trabajado durante el ciclo 2018. “El año pasado fueron pequeñas presentaciones de escenas. En esta ocasión van a hacer la adaptación de una obra. En general, son las y los estudiantes quienes promueven distintas estrategias para generar esas instancias de producción de las piezas”, detalla.
Fomentar espacios inclusivos de encuentro y producción, alrededor del ejercicio del derecho a la comunicación y educación y el fortalecimiento de vínculos comunitarios, son objetivos que la Universidad pública no debe perder, y en ellos convocar a toda la comunidad universitaria.
Anabel Rodas, integrante del mismo equipo de trabajo, se acercó al Área por su práctica curricular y descubrió que la comunicación comunitaria en contextos de encierro era lo que quería hacer. “No me imaginé nunca la cárcel ni tampoco la comunicación comunitaria. Empecé la carrera con otras intenciones, pero cuando llegué al área dije: 'esto es lo que yo quiero hacer'. Es difícil, por momentos se hace tedioso en algunos aspectos, por el mismo contexto en el que trabajamos. Pero eso a su vez me alimenta para que quiera seguir haciéndolo”, comenta.
“Nunca sabés qué vas a encontrar hasta que llegás”, manifiesta Rodas sobre su experiencia del trabajo diario en el Penal. “Tratamos de planificar. Realizamos encuentros para pensar qué queremos lograr. Pero depende mucho cómo están los ánimos en la Unidad Penal; cómo estamos nosotros; muchas veces sucede que nuestra intención es tener todas las ganas y levantar ánimos para poder trabajar”, considera.
Debemos desnaturalizar las representaciones estigmatizantes acerca de las personas privadas de su libertad y poner en discusión, tanto al interior de la Universidad como en otros espacios, el sentido y finalidad de las cárceles hoy; y la responsabilidad que tenemos como ciudadanos para que estos ámbitos contribuyan a superar las desigualdades sociales y culturales.