El taller “Vigilancia e Inteligencia Estratégica”, desarrollado por la especialista y gestora informática, Nancy Pérez, tuvo el propósito de brindar a los participantes herramientas sobre potencialidades en información estratégica para la gestión tecnológica y de innovación.
Durante la jornada se abordaron temáticas vinculadas a la gestión y el desarrollo de la vigilancia e inteligencia estratégica y marketing. “proponemos sensibilizar sobre la temática, y concientizar acerca de la vigilancia e inteligencia estratégica como actividad colectiva, ya que todos son captadores de información, y de la utilidad de las herramientas transmitidas porque permiten agregar valor al trabajo diario desde la información estratégica”, comenta la especialista.
Pérez también es gestora en tecnología de la información y coordinadora de vigilancia e inteligencia estratégica con más de 20 años de experiencia en el sector gubernamental en ciencia, tecnología e innovación; destaca a la inteligencia estratégica como: “el proceso que se ocupa del análisis, tratamiento de la información, la evaluación y la gestión de procedimientos en decisiones dentro de las empresas e instituciones, integrando los sistemas de vigilancia tecnológica, comercial, entre otros. La utilización de las tecnologías de información y comunicación a nivel mundial, son las herramientas que están a nuestro alcance en la actualidad y están basadas en procesos éticos, que han surgido y adquirido un rol importante hoy en día, potenciando nuevas temáticas tales como la vigilancia y la inteligencia. Propiciando la generación de bases sólidas para el establecimiento de conductas sustentables de competitividad intensiva en innovación y gestión del conocimiento”.
La importancia dentro de las universidades
El futuro de esta temática apunta a un nuevo modelo de Inteligencia Estratégica como motor transformador en la Universidad, en especial en el fortalecimiento de la vinculación y transferencia de conocimiento. Hay que recordar que la vigilancia tecnológica e inteligencia estratégica aparecieron en el mundo hace 25 años. Pérez considera que “especialmente en las organizaciones de Latinoamérica se debería generar un área donde se empiecen a trabajar esos temas, siendo las universidades un foco importante para el estudio”.
Con respecto a la etapa de formación del programa en las universidades, manifiesta: “Al principio capacitamos investigadores, alumnos, docentes, y áreas de vinculación tecnológica para que comenzaran a conocer la temática y sus posibilidades. La instancia posterior, en la que nos encontramos actualmente, consiste en empezar a capacitar áreas concretas para la generación de productos y servicios propios, aquellas principalmente que generen vinculación, transferencia, y extensión. Creemos que las universidades son el foco principal, y tienen que saber sobre estas temáticas e implementarlas para fortalecer sus capacidades estratégicas y competitivas, como otras disciplinas”.
En general, las universidades evidencian una creciente vinculación con sus territorios a partir de transferir conocimiento, al respecto analiza: “tienen que ayudar a buscar soluciones para ver si se está en condiciones o no de transferir, por ejemplo. Si hay tecnologías en otra parte del mundo sobre el tema que se quiere transferir, si hay oportunidades de mercados, realizar alianzas estratégicas con otros organismos, si hay grupos de investigación que no conocemos dentro de la misma universidad y fuera de ella trabajando en un tema de interés”.
En el ámbito de las TIC, Pérez afirma que “para enseñar a buscar información de calidad y confiable; el investigador la tiene que usar para hacer colaborar con la construcción de su estado del arte para poder ver, no sólo la parte de publicaciones científicas, sino también si hay tecnología o si hay mercados; y obviamente las autoridades para generar nuevas políticas territoriales o agendas I+D+i, entre otras acciones. No obstante, sigue siendo algo novedoso en el país. Las llamadas antenas territoriales persiguen el concepto de territorio inteligente, que implica integrar a las universidades, las empresas y los gobiernos nacionales, provinciales y municipales”.
Para finalizar, la investigadora hace su balance del programa y proyecciones futuras manifestando que: “El impacto del programa tiene que ver con dos cosas: una que las nuevas capacidades y competencias se empiezan a ver como una necesidad en las provincias, logrando la federalización del conocimiento sobre la temática a nivel país. El Programa, que demandó un trabajo profundo, funcionó. Funcionó además por todo el trabajo realizado con las universidades y su apoyo, que enriqueció este proyecto. Fue un trabajo de hormiga pero logramos posicionar la temática en nuestro país, y su necesidad como herramienta de la gestión de la innovación de implementarla en las tareas diarias en diferentes entidades territoriales. Más de lo que esperábamos. Un orgullo que lo hayamos logrado, con pocos recursos, aunque falta mucho más por hacer”.
Fuente: Secretaría de Ciencia y Técnica - UNER.