En 2018, en la Facultad de Ciencias de la Alimentación, comenzó un ciclo de charlas sobre huerta agroecológica llamado “Desde la semilla hasta el producto elaborado”. Fueron cuatro instancias y debido a la amplia convocatoria, en 2019 se decidió hacer una segunda edición con un mayor número de encuentros para ampliar las temáticas abordadas. La concurrencia total fue de casi un centenar de personas que se acercaron a la facultad con ánimos de comenzar una huerta en sus casas, o –en el caso de quienes ya tenían un lugar destinado al cultivo- diversificar la huerta y aprender a combatir enfermedades de las plantas de manera ecológica. También hubo asistentes de escuelas que poseen una huerta o que querían comenzar una comunitaria.
“Si bien las charlas tenían una continuidad, los interesados podían sumarse en cualquier momento sin necesidad de haber asistido a las anteriores”, cuenta
Celeste Stirnemann, quien trabaja en el Área de Vinculación Tecnológica Nodo Concordia desarrollando distintas actividades relacionadas con la economía social, el cooperativismo, la soberanía alimentaria y el emprendedorismo.
“El miércoles 20 de noviembre vamos a entregar 135 certificados de asistencia a quienes hayan completado más de un 60% de asistencia”, relata entusiasmada.
Ambos ciclos de charlas fueron organizados conjuntamente con la Secretaría de Extensión de la Facultad, Pro Huerta INTA y Vinculación Tecnológica Nodo Concordia. También contó con la participación de la ONG Luz del Ibirá -con quien la facultad tiene un convenio- que cierran el ciclo con una propuesta denominada “La otra comida”, buscando rescatar el "Valor Comida" de aquellas plantas silvestres ocultas a simple vista y revalorizando ese conocimiento ancestral que rescata saberes y sabores en un ejercicio pleno de soberanía alimentaria.
“La idea es revalorizar las plantas que tenemos en nuestros senderos, en nuestros patios y en parques de las ciudades. Es una propuesta innovadora que está teniendo mucha repercusión a nivel local y regional con charlas y degustaciones. La gente se prende y se sorprende de la variedad de alimentos que podemos consumir”, cuenta Celeste. En general todas las charlas fueron facilitadas por técnicos del INTA que vienen trabajando con huerta agroecológica hace varios años, también hubo algunas sobre alimentación saludable a cargo de docentes de la facultad y otras a cargo de la ONG Luz del Ibirá. Además de la instancia teórica, las charlas tienen una parte práctica que se realiza en
la huerta de la facultad donde se trabaja la tierra, se hace compostaje y se intercambian semillas.
Los primeros encuentros versaron sobre las diferentes variedades de semillas, remedios caseros para combatir las plagas y luego –como el nombre lo indica- qué hacemos con todas estas plantas en nuestras casas a la hora de la cocina.
Interdisciplinariedad y futuroSiempre buscando la interdisciplina, este año el Área de Educación a Distancia participó colaborando con el armado de un espacio en el campus virtual de la facultad donde los participantes que se registraron tuvieron acceso al material teórico de las charlas. Si bien no es sencillo debido a la dispersión geográfica de las diferentes unidades académicas, está en los planes el poder articular con trabajos de otras facultades de la UNER que siguen la misma línea.
“También queremos enmarcar estas actividades en Uner Saludable y poder trabajar desde ese lugar cuestiones como la nutrición y la soberanía alimentaria”, relata Stirnemann.
Un cambio de paradigmaCeleste reflexiona que
“la agroecología y la soberanía alimentaria son temáticas que se están empezando a escuchar y trabajar un poco más, y aunque creemos que todavía falta un montón son temáticas que se van instalando de a poco”.
“Todo esto va de la mano con el trabajo que venimos haciendo desde hace unos años con la Red de Comercio Justo Pirí Hue que funciona una vez al mes en la facultad, un seminario sobre Soberanía Alimentaria que organizamos en 2017 en la facultad”, enumera Celeste. Todo con la firme intención de ir sumando la temática a la currícula, a la investigación y a la extensión, y en pos de que la comunidad universitaria se comprometa cada día más.