Cuando hablamos de deporte, los beneficios inmediatos están ligados a cuestiones físicas y de salud. Pero la importancia que cobra en el nivel socio cultural no es menor: bienestar, integración, trabajo en equipo, desafíos, superación, son algunos de los aspectos que involucran a estas actividades. ¿Cuáles son los desafíos y las cuentas pendientes en el deporte femenino?¿Qué estrategias de visibilización pueden darse?¿De qué manera se incentiva el deporte en las universidades? Estos fueron algunos de los disparadores de un encuentro que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER: “Deporte: rol social y nuevos paradigmas”.
La actividad estuvo enmarcada en el proyecto de extensión “Con los pies en el barrio”, y convocó a referentes del deporte local y nacional. En particular, figuras femeninas que buscan visibilizar su participación en dos deportes tradicionalmente ligados a lo masculino, como lo son el fútbol y el rugby, y fomentar su práctica. Los clubes de barrio y el deporte universitario también tuvieron lugar.
Mujeres que juegan al fútbolMónica Santino es directora técnica de fútbol e integrante del colectivo “La nuestra”, que fomenta el fútbol femenino en la Villa 31 de la Ciudad de Buenos Aires. Mónica ve que este deporte enseña transformación colectiva a la vez que “recupera dignidad”.
“Las mujeres en el barrio entienden que tienen derecho a jugar y no sólo ocuparse de lo doméstico, que pueden mirar una vida un poco más allá de la maternidad, que tienen cuerpos que pueden hacer muchísimas cosas de las que siempre nos dijeron que podíamos hacer, que podemos estar juntas y transformar la realidad” expresa Santino.
Carolina Benke es profesora y vicepresidenta de Arenas F.C: el primer club de fútbol femenino de Paraná y la región. Ella se muestra esperanzada a partir de las posibilidades que abre este deporte en las jóvenes:
“Hoy el fútbol femenino se nutre mucho de ese rol social. Las pibas que juegan al fútbol vienen de los barrios. Las nuclean los clubes, y los clubes las preparan para cosas mejores, para llegar a una selección, para llegar a un Barcelona... Todo puede ser. Creo que el rol social del deporte y el empoderamiento de la mujer es muy importante” destaca Benke.
Por otra parte, Mónica Santino no deja pasar por alto que
“el fútbol siempre fue de varones, tiene una identidad masculina muy fuerte, pero también es el deporte más importante para este país y para la región. Con el fútbol explicamos muchas cosas, la cotidianeidad, los vínculos familiares, nuestros amigos y amigas, cómo crecimos. Entonces, en pleno siglo XXI, seguir pretendiendo que las mujeres estamos afuera de un fenómeno cultural así no tiene ningún sentido”.Rugby FemeninoA nivel naciona,l
Bárbara Pichot se ha ocupado de comunicar y difundir el rugby femenino para lograr que siga creciendo, que la gente sepa que existe, y que las chicas se animen a jugarlo. Entiende que en estos momentos el deporte está en un proceso de crecimiento:
“Cuando vayamos creciendo en un montón de cosas, ahí se van a empezar a abrir puertas. Lo que pasa es que la parte social y cultural nuestra está implantada dentro de lo que es el masculino”.
Ludmila Mattei es integrante de la Subcomisión de rugby del Paraná Rowing Club, y referente del deporte dentro de la Unión Entrerriana de Rugby (UER). Ella reconoce que
“hoy en día hay clubes donde se puede jugar al rugby femenino pero no las dejan entrar en la dirigencias. Un objetivo para el año que viene, desde la UER, es lograr que haya un recurso humano en cada subcomisión de rugby, en cada club o grupo de rugby que haya en la provincia, y que pueda representar, al igual que pasa con el rugby masculino”.Deporte universitario y clubes de barrioEn la ciudad de Paraná ya se han generado mesas interuniversitarias entre las Facultades y las Universidades que tienen deportes para sus estudiantes (como UCA, UTN y UADER, además de las facultades de UNER en Paraná y Oro Verde), pero todavía queda un gran camino por hacer.
Pablo Galarza, director del proyecto de extensión “Con los pies en el barrio” de la Facultad de Ciencias Económicas, sostiene:
“Uno cuando conoce experiencias como la de UNL, se da cuenta que lo que hay que hacer es ponerse a hacer y no tanto pensar, así que hay mucho por delante porque se arranca desde cero. Desde la facultad generamos varias actividades deportivas, con competencias no oficiales, que van vinculadas a nivel nacional con lo que es el deporte universitario” señala.
“En cuanto a los clubes de barrio creemos que son pilares fundamentales de la sociedad. Porque el deporte atraviesa todas las instancias, lo que es la salud, la educación, el trabajo, la economía, o sea, interfiere en todas las partes de la sociedad”, destaca el director del proyecto en referencia a la articulación con los clubes de barrio de Paraná.
El deporte no es solo una práctica puramente física. Tiene la capacidad de transformar profundamente a las personas, estimula sus capacidades y fortalezas. En su dimensión social, consolida y cultiva las relaciones humanas. El deporte es una escuela de valores, que enseña, integra e incluye.
