El corazón humano es un músculo que bombea la sangre rica en oxígeno y nutrientes a los tejidos del cuerpo a través de los vasos sanguíneos. Pero cuando este órgano ya no puede realizar de manera natural esta función, la persona padece insuficiencia cardíaca.
El proyecto de investigación “Análisis computacional del flujo sanguíneo en medios de impulsión artificial” desarrollado por el Grupo de Biomecánica Computacional, que funciona en la Facultad de Ingeniería de la UNER, estuvo orientado a la obtención de conocimientos que permitan la superación tecnológica de los dispositivos de asistencia cardíaca, fundamentalmente implantables. Las bombas de asistencia ventricular son al momento la única solución al problema de la insuficiencia cardíaca terminal cuando no es posible el transplante del corazón, ya sea por escasez de donantes o por causas relacionadas con el propio paciente.
“Hay mucha gente que padece insuficiencia cardíaca. Cuando se está esperando por el transplante de un corazón este tipo de dispositivos puede ser una ayuda para prolongar ese tiempo de vida”, manifiesta
Exequiel Fríes, bioingeniero, docente e investigador de Biomecánica Computacional la Facultad.
La línea de trabajo obtuvo buenos resultados en la simulación computacional y buscan interesados en apoyar la fabricación de un prototipo. Así lo expresa el investigador:
“No hemos llegado a diseñar un prototipo y a probarlo en animales, lo que sería el siguiente paso si tuviéramos los recursos. Eso implicaría otro proyecto. Deberíamos asociarnos a otras personas o equipos, por ejemplo: para realizar el control electrónico, procedimientos quirúrgicos, o hacer pruebas de la válvula en otro dispositivo que simula el aparato circulatorio”. El grupo de investigadores se aboca al estudio de sistemas biológicos o tecnológicos que interactúan con tejidos vivos, desde la óptica de la Mecánica.
“Para los parámetros médicos siempre la solución de fondo a este tipo de patologías, es el trasplante. Pero pueden suceder dos situaciones: que no aparezca el donante o que por su edad, una persona ya no sea candidata a recibirlo. Para cualquiera de ellas, una bomba de asistencia ventricular es una solución”, relata.
Integrantes del Grupo de Biomecánica Computacional: Sebastián Ubal, José Di Paolo, Marcelo Berli y Exequiel Fríes.
Respecto de las expectativas y aspiraciones que tienen sobre el futuro del proyecto Fríes expresa:
“Este tipo de proyectos incluye un gran esfuerzo, movimiento de muchos recursos humanos y también económicos. Esa es nuestra principal limitación. Este tipo de dispositivos es de alta complejidad”. “Por el momento, estamos en un proceso de actualización para poder hacer pruebas en válvulas cardíacas, que es uno de los futuros desarrollos que queremos proponer, y en un futuro llegar a hacer un prototipo físico”, finaliza.
