Alfredo Martínez Howard
Manos Labradoras
Altas entre sus hoces ¿no son una pregunta
sobre el linar, cargadas de trabajos y días?
¡Oh laboriosas!, lentas bajo las profecías
del Angelus que pasa, las detiene y las junta.
Mansas, sufridas, buenas, más recias que la yunta
que uncen esperanzadas y desuncen sombrías.
Lo mismo que sus bueyes fueron dos bestias pías
atadas a la tierra... Soles de punta a punta.
Ya es el Otoño y pobres. (Cual cigüeñas doradas
con el niño de luz de un lucero divino
pasan las tardes lentas, y aún les rezan, cansadas)
Cansadas, pero en alto sobre el cielo del lino.
Sabias sus curvas hoces: ¿qué inquieren al destino?
¿Dudan que ni en la muerte se dormirán cruzadas?