El humorista gráfico, quien fuera distinguido por la Facultad de Trabajo Social en 2009, falleció a los 88 años.
El artista gráfico Joaquín Salvador Lavado, universalmente conocido como Quino, falleció a los 88 años. Mafalda, su personaje más famoso, cumplió 56 años de vida el pasado 29 de septiembre. El reconocido humorista gráfico recibió el Doctorado Honoris Causa de la UNER el 4 de septiembre de 2009.
A mediados de 2007, la decana de la Facultad de Trabajo Social, Sandra Arito, elevó al Consejo Directivo la propuesta de honrar con el título Doctor Honoris Causa a Joaquín Salvador Lavado “Quino”. El Consejo definió por unanimidad refrendar la idea y en diciembre de 2007 la Facultad realizó la presentación ante el Consejo Superior de la UNER. Es así que mediante la resolución 338/07 se decidió otorgar el título de Doctor Honoris Causa a Quino, “analista y crítico de la realidad a través su humor gráfico”.
Luego de la ceremonia, el dibujante recibió de parte de artistas de Paraná y la provincia un libro con dibujos en su homenaje en un acto al aire libre en Plaza Alberdi.
Acerca de la distinción
El título Doctor Honoris Causa es una distinción académica de máxima jerarquía otorgada a personalidades de relevante prestigio que realizaron aportes de mérito en el campo académico, científico, técnico, cultural, humanístico, social o político en el país como en el extranjero y cuya trayectoria pone de manifiesto un compromiso ético de la sociedad.
La resolución 395/07 del Consejo Directivo de FTS expresa entre sus considerandos la importancia del papel de este humorista gráfico comprometido con la realidad. Quino "ha desarrollado una narrativa singular como humorista gráfico, hecho que permitió su reconocimiento mundial como uno de los Maestros del humor gráfico y que le valió numerosas distinciones en el plano nacional e internacional. (…) Su narrativa es expresión de una exquisita síntesis de la combinación de lenguajes por medio de la cual cada una de sus producciones se transformó en una de las formas más creativas de enunciación del pensamiento. Cada una de sus obras, especialmente Mafalda, han posibilitado el ejercicio de la reflexión a partir del análisis crítico del mundo político y social, tanto de la Argentina como del contexto internacional en la década de 1960 sosteniéndose su vigencia hasta hoy, acontecimiento que se manifiesta, por un lado, en el conocimiento que las generaciones actuales tienen de cada uno de sus personajes, y por el otro, que las injusticias que éstos denuncian siguen presentes en el siglo XXI”.