Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, cada 19 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Esta acción apunta a la sensibilización, prevención y detección precoz; y contribuye a la investigación científica, apoyo en tratamientos e información en general para la población mundial.
En este sentido, octubre es considerado y reconocido por todos como “el mes rosa” para crear conciencia tanto en mujeres como varones, y así promover la autoexploración, revisiones periódicas y chequeos para poder detectarlo a tiempo. La universidad pública no debe estar exenta o ajena a estas y otras problemáticas de salud que afectan a la sociedad.
Nuestra Universidad, a través de su Programa UNER Saludable trabaja para fortalecer un entorno promotor de la salud y contribuir a disminuir los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles. Además, fomenta entre los estudiantes, docentes, personal administrativo y de servicios y de la comunidad en general estilos de vida saludables.
“Lo que debemos entender sobre esta enfermedad es la importancia de la detección temprana. Esto implica realizarse de manera constante un autoexamen mamario, lo que contribuye a la concientización de la mujer sobre la necesidad de detectar precozmente el cáncer de mama. Las mamografías son el método más eficaz de detección temprana. Se estima que el éxito de los programas de detección ha alcanzado una reducción de la mortalidad cercana al 30 %”, indica el doctor Mario Aráoz, integrante del área Médico Laboral de nuestra Universidad.
Generalmente “se recomiendan controles regulares y una mamografía anual en mujeres de más de 40 años asintomáticas, sin antecedente familiares de cáncer de mama, y a partir de los 35 años en los casos de mujeres con antecedentes familiares directos, madre, hermanas e hijas”, relata Aráoz respecto a los controles. El doctor también expresa que la enfermedad representa un problema importante desde el punto de vista médico y social principalmente en los países desarrollados. “En nuestro país, es el responsable del mayor número de muertes por tumores malignos entre las mujeres. En función de esta estadística, se estima que una de cada ocho mujeres que alcancen la edad de 85 años habrá desarrollado un cáncer de mama en el curso de su vida, siendo los 53 años la edad media de presentación al momento del diagnóstico”, describe.
El doctor asegura que si bien “el cáncer de mama en hombres es una enfermedad poco frecuente. Menos del 1 % de todos los casos de cáncer de mama se producen en hombres”, esto no es solo una cuestión de mujeres. A la hora de hacerle frente a la enfermedad “es necesario el conocimiento y la información sobre la problemática”.
Factor de riesgo
Para el profesional existen factores de riesgo y/o predisposiciones genéticas o hábitos pocos saludables que contribuyen a aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad. “El riesgo aumenta a medida que envejecemos. Aproximadamente 2 de cada 3 cánceres de mama invasivos se encuentran en mujeres de 55 años o mayores. Las mujeres con parientes cercanos que han sido diagnosticados con esta enfermedad tienen un riesgo mayor. Se cree que entre el 5 % y el 10 % de los cánceres de mama son hereditarios”.
También “las mujeres con sobrepeso o que ingieren alcohol. En las investigaciones se revela sistemáticamente que las bebidas alcohólicas, como la cerveza, el vino y el licor, aumentan el riesgo positivo para receptores de hormonas. Además, fumar causa diversas enfermedades y está vinculado a un mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres pre-menopáusicas más jóvenes”, señala.
Por otra parte, “la lactancia puede disminuir el riesgo de cáncer de mama, en especial si una mujer amamanta durante más de 1 año. La práctica de algún ejercicio o deporte con regularidad a nivel moderado o intenso, de cuatro a siete horas por semana, reduce los riesgos”, agrega.
Para cualquier mujer el conocimiento de su propio cuerpo es fundamental. El profesional insiste en el auto examen. ¿Cómo nos damos cuenta si algo cambió? “La forma de presentación clínica más frecuente es la presencia de una masa palpable, retracción de la piel o del pezón. Menos frecuentemente puede presentarse como derrame a través del pezón, inflamación o afectación de los ganglios axilares”.
Para finalizar Aráoz expresa que como Universidad pública, en el marco de UNER Saludable, “la clave es promover la importancia de la detección temprana del cáncer de mama por medio del autoexamen mamario y/o mamografía” en toda la comunidad universitaria y en general.
“El pronóstico del cáncer de mama está estrechamente ligado al momento de la detección. La prevención primaria solo se consigue modificando el estilo de vida: lactancia materna, dieta baja en grasa, aumento de actividad física, evitar el tabaquismo, entre otros”, cerró.
Campaña 2020
Durante el mes de octubre nuestra Universidad a través de sus redes sociales: Instagram y Facebook lanza una campaña para acompañar el Mes Rosa.
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Para informarse sobre el Programa contactarse con los referentes de UNER Saludable de cada Facultad o dependencia.