La vicerrectora Gabriela Andretich desde Casa UNER - Paraná.
El rector Andrés Sabella desde casa UNER - Paraná.
El equipo que coordina el Plan Institucional Participativo -PIP- “Hacia el cincuentenario de la UNER” presentó el trabajo realizado durante 2020. Fue este miércoles por la tarde en un encuentro virtual, en el que estuvieron presentes tanto la comunidad universitaria como intendentes de municipios entrerrianos, autoridades municipales y provinciales y representantes de distintas organizaciones, con los que la UNER trabaja articuladamente. Además contó con la participación especial de Diego Pando, quien brindó la disertación: "Más allá del canto de las sirenas: la planificación estratégica como herramienta de gestión".
La vicerrectora de la UNER y también coordinadora del PIP, Gabriela Andretich, manifestó que se trata de “un proceso acompasado, porque va acompañando los tiempos internos de la organización”. Además destacó la importancia de la cuestión participativa: “El equipo del PIP fue organizando propuestas para incorporar las voces de todos. Es sumamente importante que los compromisos de acción estén dotados de legitimidad. Con incluir a todos nos referimos principalmente a miembros de la comunidad universitaria, pero también a los actores del territorio con que se vincula la universidad. En variadas oportunidades hemos recogido sus aportes, demandas, y su mirada hacia la UNER, y lo seguiremos haciendo a medida que avancemos en el proceso”.
Acerca de las tareas emprendidas durante este año, Andretich afirmó que “hemos hecho un recorrido muy intenso, sorteando la pandemia”. El trabajo estuvo orientado a recuperar, desde el análisis situacional, un listado de desafíos al que se llamó oportunidades de mejora. Tras un proceso participativo en el que se consensuaron, definieron y revisaron los objetivos estratégicos, “los reagrupamos según afinidades e interdependencias, para presentarlos hoy en cuatro líneas estratégicas, cuatro avenidas que nos permiten trabajar con una gestión integrada de esfuerzos. Son una apuesta a transformar la universidad con vistas al 2025. El año que viene nos dedicaremos al momento operativo”, explicó.
Las cuatro líneas estratégicas que van a guiar los próximos pasos del PIP son: compromiso con la organización e integración institucional; compromiso con la calidad académica, de la investigación y de la extensión; compromiso con la gestión de la información y la evaluación; y compromiso con el territorio.
El rector Andrés Sabella también agradeció la presencia de los distintos actores del territorio, y expresó que “este acto, si bien es simbólico, nos merecíamos hacerlo por el esfuerzo en un año tan complejo, ambiguo y cambiante. Es el esfuerzo de trabajadores docentes y no docentes, y es una muestra más de que la universidad no se ha detenido, ha seguido trabajando, y no solo dando clases”. Asimismo puntualizó que el PIP “no es un plan de una gestión, sino de la Universidad Nacional de Entre Ríos, pensando en el futuro y el crecimiento de la Universidad y de todas y cada una de sus facultades. Se piensa en el territorio, porque para crecer tenemos que estar a su servicio. Lo que hoy estamos presentando es una construcción colectiva, de la que forman parte el sector público y el sector privado”.
Para finalizar, el rector afirmó que “lejos estamos del fin, tenemos claro que es un proceso de reflexión y mejora permanente. El desafío de la gestión es estar pensando en desarrollar la universidad a partir de un plan. Estamos cerrando un año muy particular y los logros son el fruto del compromiso con la universidad pública, gratuita y autónoma”.
Reflexiones en torno a los procesos de planificación
El cierre de la jornada estuvo a cargo de Diego Pando, doctor en Ciencia Política y de la Administración por la Facultad de Sociología y Ciencia Política, Universidad Complutense de Madrid. Sus definiciones se basaron en tres premisas: el protagonismo que tiene la universidad en la sociedad, las características particulares de la universidad como organización, y el peso de las transformaciones contextuales. “Es imposible pensar a la universidad divorciada de la realidad. Estamos en una época de cambios disruptivos, no solo por la pandemia, sino por el veloz e intenso desarrollo tecnológico que produce y producirá consecuencias importantes en el mercado del trabajo”, indicó.
Por otra parte, señaló que la planificación estratégica como herramienta “es muy útil para no quedar atrapados en un presente continuo y evitar caer en el cortoplacismo. La planificación estratégica camina siempre en dos patas: una es el plan, el diseño deliberado, y la otra lo emergente, lo que se descubre en la acción”. En el mismo sentido, enumeró y desarrolló seis desafíos “que se potencian, retroalimentan, superponen y configuran un escenario complejo, pero es un camino necesario y que vale la pena transitar”. Ellos son: prestar atención al proceso político, identificar y contextualizar experiencias exitosas; la implementación y puesta en práctica; la comunicación; evaluar el antes, durante, y la evaluación ex post; y por último las tecnologías digitales.
Al finalizar la disertación, los participantes también tuvieron la oportunidad de intercambiar preguntas.
