Uno de los trabajos que no se detuvo en esta la cuarentena obligatoria por el COVID-19 fue el servicio de delivery. Movilizados a través de motos, remises o bicicletas, en algunos casos. Trabajadores que se transformaron en actores indispensables para estos tiempos; cadetes de toda hora y tareas, como el pago de impuestos, llevando medicamentos, simples mensajes o, lo más importante, alimentos.
En este contexto,
la Facultad de Bromatología de la UNER se encuentra elaborando un protocolo para cadetes y mensajeros que está siendo evaluado en el marco de la convocatoria especial sobre Acciones de Extensión en Emergencia.
Natalia Sosa, licenciada en Bromatología e investigadora adjunta del Conicet y docente de la Facultad, explicó en una charla con la FM 100.3 de Gualeguaychú, la idea del proyecto y la necesidad de que se afiance y continúe en el tiempo.
La docente destacó que la propuesta apunta a: “capacitar a las personas que realizan esta tarea, brindando protocolos donde se muestran, con un lenguaje sencillo, los recaudos que deben tener las personas que transportan comida, que sea accesible desde cualquier dispositivo con conexión a Internet e inclusive desde un dispositivo móvil. Refiero a infografías, textos cortos que contemplen la limpieza y desinfección de todos los compartimientos de transporte utilizados. En estos tiempos de COVID, capacitarlos en el uso del tapaboca, que no trabajen si tienen sospecha de enfermedades respiratorias; las disposiciones correctas de los materiales descartables, cómo se desechan y cómo desinfectar la vestimenta una vez que llegan a sus casas”.
La investigadora explicó que “si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS), dice que el COVID-19 no se transmite por alimentos, debemos tener en cuenta y recordar que las personas somos vectores de transmisión. Entonces, si tocamos una superficie que está contaminada y luego nos llevamos la mano a la cara, la boca o la nariz, podemos contagiarnos. Por eso, es muy importante hacer un proceso de desinfección cuando llegamos a casa. Esto es sumamente interesante, más que nada porque estamos esperando el pico de la pandemia. Por un lado, debemos combatir el virus y, por otro lado, no podemos permitir que tengamos enfermedades transmitidas por alimentos, las famosas cepas”.
En ese sentido, “la OMS ha establecido un protocolo para trabajar sobre prácticas de salud alimentaria, hacer hincapié en la limpieza de manos de las personas, en la ausencia de trabajadores enfermos y en el almacenamiento y desinfección correcta de los alimentos”, agrega.
Ante la consulta sobre pasos a seguir en la compra de alimentos, Sosa fue muy didáctica: “pongamos como ejemplo que llego a mi casa con verduras y otros alimentos perecederos. Las verduras se colocan en agua con lavandina. Tener en cuenta que la lavandina a emplear debe decir: apta para desinfectar agua. Algunas indican la cantidad que se debe usar para desinfectar: dos gotas por litro de agua o una tapita para desinfectar superficies. Luego, hacer un lavado con agua para evitar que queden restos”.
En cuanto a los alimentos no perecederos, “la OMS especifica que el virus se mantiene en cartón 24 horas y en plástico 48. Acá también hay métodos para desinfectar, un trapo humedecido con lavandina o lavandina en gel”, indica.
Por último, Sosa anhela que estos hábitos puedan ser aprendidos “y que las personas afiancen la limpieza de manos y de los vehículos”.