Un equipo de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos hace su aporte a la toma de decisiones en la Municipalidad de Paraná. Frente a un escenario de gran incertidumbre por el coronavirus, un software permite modelar distintas situaciones y así estimar cómo podrían darse los contagios. Este miércoles, el Rector Andrés Sabella y el decano Diego Campana firmaron el convenio con autoridades municipales, para dar marco a un trabajo que comenzó hace tres meses.
Se trata de un modelo dinámico adaptativo, que atiende a las distintas características y complejidades de un entramado social. El decano explica que este tipo de software “se denomina programación por agentes. Trabaja con pequeñas unidades, por un lado los individuos, por otro el propio virus, y diferentes componentes como pueden ser los negocios, el transporte público, personajes determinados. Por ejemplo, un político por su actividad tiene una exposición mucho mayor en relación a otras personas”. Que sea dinámico y adaptativo también significa que “las características de los agentes pueden ir cambiando a medida que el modelo corre”.
El equipo que está a cargo comenzó a trabajar en este modelo en 2019. En ese momento, el proyecto fue pensado en relación a los procesos de contacto epidemiológico para el dengue, zika y chikungunya, también en vinculación con la comuna paranaense. Fueron seleccionados, por sus características socioeconómicas, dos barrios de la ciudad. “Cuando empezó la pandemia, los investigadores plantearon la idea de aplicar este mismo modelo al coronavirus. Con el acuerdo del municipio hicieron los cambios necesarios y procedieron a hacer la aplicación en esos dos barrios”, detalla Campana.
Foto Prensa Municipalidad de Paraná
“Para tomar decisiones en un contexto de incertidumbre se necesita mucha información, y un análisis estadístico de resultados probables”, afirma. Sobre los escenarios hipotéticos que plantea la investigación, profundiza: “Por ejemplo, qué pasaría si en un municipio donde no hay contagios, aparece un elemento externo, como un camionero que pasa por la zona, se queda una noche, se relaciona con un número X de individuos, y se va. Después con la interacción de esos individuos residentes del lugar, se puede ir contagiando el virus en diferentes etapas”.
El trabajo de análisis ya está terminado, aunque habrá continuidad con un proyecto de mayor plazo, el cual ganó una convocatoria de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación -Agencia I+D+i-. Fue elegido y financiado entre más de 900 proyectos que se presentaron. Serán 12 meses en los que “se va a continuar mejorando el modelo e incorporando otro tipo de escenarios, se van a contratar recursos humanos, programadores, e instalar además una sala de situación dependiente de la Subsecretaría de Salud del municipio. Allí se van a cargar y procesar muchos de los datos computacionales y resultados que surjan del modelo”.
Por último, Campana reflexiona que este tipo de intervenciones tienen que ver con “poner la universidad pública al servicio, no sólo del Estado, sino también del medio socioproductivo. Este es un ejemplo más de articulación que tenemos que sostener y llevar adelante. Los problemas regionales y locales deben ser abordados con prioridad”.