Al igual que tantos otros espacios en nuestra Universidad, el Departamento de la Mediana y Tercera Edad -DMyTE- de la Facultad de Ciencias de la Educación tuvo que adaptar rápidamente sus actividades a un contexto imprevisto e inédito como el de la pandemia. La respuesta fue la virtualidad que, ya finalizando el segundo cuatrimestre, es valorada positivamente. “Nos permite cruzar fronteras, llegar a zonas urbanas y rurales, cruzar provincias”, indicó Valeria Olivetti, coordinadora del DMyTE.
Las MicroPropuestas se inscriben en el marco de la segunda convocatoria a Acciones de Extensión en Emergencia, que en este caso dio continuidad a lo realizado durante la primera parte del año. En esta oportunidad, las invitaciones fueron para “Manejo de celulares”, “Alfabetización emocional ¿Sabés ponerle nombre a lo que sentís?”, “Canto” y “Patrimonio y legado cultural de Paraná, la capital entrerriana”.
La virtualidad llegó para quedarse
Las plataformas utilizadas son la página web del Departamento, “donde se sube la MicroPropuesta por un determinado período de tiempo. Luego permanece, pero no la posibilidad de tener un intercambio y cierre con el docente a cargo”, detalló Olivetti; y por otra parte, la aplicación Whatsapp. “El desafío mayor que se nos presenta tiene que ver con la conectividad y con la alfabetización tecnológica, respecto a la que hay un camino a recorrer en todas las franjas etarias pero sobre todo en las personas mayores. La conectividad ya tiene que ver con particularidades territoriales”, añadió.
Por primera vez en los 36 años del DMyTE, sus integrantes además comenzaron a usar la plataforma EduVirtual. “Era algo que estaba en nuestro horizonte, pero que este escenario aceleró. Creo que la virtualidad vino para quedarse, y específicamente para procesos de aprendizaje en los que los protagonistas son las personas mayores. Más allá del confinamiento que impone esta pandemia, el transitar la vejez muchas veces nos exponía a ciertas limitaciones de movilidad, de disponibilidad para acceder a los lugares donde se daban los cursos presenciales”, reconoció la coordinadora.
En este sentido, sostuvo que “afortunadamente, esta es una de las vetas positivas que nos trajo este escenario, poder estar pensando efectivamente en la convivencia de propuestas educativas presenciales pero también virtuales para y con adultos mayores”.
Parte del equipo que integra el DMyTE.
Importante convocatoria
El trabajo se realiza de manera articulada con la Dirección de Adultos Mayores del Ministerio de Desarrollo Social de Entre Ríos. Previo al inicio de las propuestas, “ellos identificaban aquellos espacios como residencias gerontológicas, centros de jubilados, centros de salud, direcciones de adultos mayores de los municipios, donde estaban dadas las condiciones para acceder a estas MicroPropuestas”, detalló Olivetti. Además de chequear que estuviera garantizada la conectividad, en cada lugar se nombró a un referente, “que es el interlocutor con cada uno de esos espacios. De esta manera, en esta edición estamos trabajando con más de 23 referentes de diversos espacios de la provincia. En cada uno de estos lugares, el desarrollo y tránsito de las MicroPropuestas va adquiriendo distintas particularidades”.
También hay personas que se interesan y se suman de manera individual. Sobre la cantidad de inscriptos, la coordinadora informó que “sabemos que en el municipio de Santa Fe son más de 80, que hay entre 40 y 50 en distintos municipios del norte entrerriano, y a las inscripciones directamente al Departamento han sido cerca de 50”. Si bien este registro no fue contemplado en la primera edición, estimó que en total “vamos a estar llegando a las 500 personas”.
La extensión universitaria en este contexto
La coordinadora del DMyTE se refirió, además, a los desafíos que acarrea esta nueva modalidad de trabajo. “En cuanto a los cambios entre docentes y estudiantes, creo que todavía los estamos transitando y descubriendo. En principio tienen que ver con la empatía, y en el caso del docente, con trabajar en propuestas que exacerban la claridad y se puedan brindar todos los elementos, lo que a veces en la presencialidad se hace más fácil. Creo que también el acierto de las MicroPropuestas tiene que ver con la diversidad de lenguajes, que de una u otra manera interpelan al que esté del otro lado. Eso facilita y reduce la brecha que muchas veces se da entre lo generacional y lo tecnológico”, afirmó.
“Este escenario desafió de una forma contundente a la universidad. Claramente en ámbitos como el DMyT donde hay una fuerte impronta de la extensión, tenemos que estar pensando en un diálogo y una construcción permanente con la comunidad, para pensar respuestas a las demandas y desafíos que impone un momento y contexto. Creo que ha sido estratégica la labor de la universidad y que tenemos que seguir pensándonos en una retroalimentación permanente entre docencia, investigación y extensión, para que ese diálogo que mantenemos con la sociedad sea de la mejor manera y de una forma estratégica. Así evitamos caer en suposiciones, prejuicios, imaginarios, que tantas veces se constituyen en barreras para dar respuestas concretas”, finalizó.