Rosario Badano es coordinadora ejecutiva de la Red Interuniversitaria de Derechos Humanos del Consejo Interuniversitario Nacional (RIDDHH-CIN) y docente de la UNER. Fue detenida el 14 de diciembre de 1975 y puesta en libertad el 17 de octubre de 1983. Durante siete años estuvo presa en diferentes centros clandestinos, sufriendo torturas.
En el programa Cara y Ceca que se emite por la FM 100.3 UNER Paraná, la docente recordó su calvario, al tiempo que rescató el trabajo de la memoria y la mirada de las nuevas generaciones.
Al recordar el 24 de marzo, Badano expresó: “Este aniversario de los 45 años, ha sido muy intenso. Volver a trabajar la memoria, la historia y también la situación económica. También, la situación de pandemia y aislamiento nos ha llevado a conectarnos desde otros lugares”.
La memoria es fuerte, pero los sentimientos sobre lo ocurrido y las cicatrices aún delen. Rosario recuerda: “Estuve detenida durante el gobierno de Isabel Perón. Me detuvo la Policía de la Provincia, sin nada. Me buscaron y me llevaron de la casa de mi tía. El atropello, allanamiento no tenía ningún nivel de legalidad. Nadie podía reclamar nada como sociedad ni como sujeto social.
“Fue una irrupción de lo social, donde un grupo se apodera de todo, hasta de la vida de los jóvenes, de los trabajadores”, agregó.
La docente también es investigadora e indicó que en un estudio realizado, “el 65% de los desaparecidos eran obreros, un 28% de comisiones internas enteras desaparecidas de las fábricas. Por eso, fue Martínez de Hoz quien buscó a Videla y no al revés”.
Badano estuvo detenida desde el 24 de diciembre de 1975 hasta el 17 de octubre de 1983. La Policía de Información la trasladó a la Comisaría del Barrio La Floresta de Paraná, “quedé a disposición de un juez federal. Me dan la libertad por falta de mérito pero nunca recuperé mi libertad. En el mes de agosto de 1976 nos sacaron de la cárcel y nos llevaron a un centro clandestino”, relató.
Respecto a los días que pasó en el centro de detención clandestino describió: “Fueron difíciles, que te torturen atada en una cama 40 días y no poder caminar, toda hinchada, no es la mejor situación. Es muy grande la energía en la sobrevivencia. No pensas en la libertad mientras te torturan, pensas en que dejen de hacerlo; son tramos sobre los que vas construyendo lo que se llama sobrevivir. En ese momento, no sabíamos que iba a pasar con nosotros. No teníamos comunicación ni vínculo con familiares. Nos enteramos de los nuevos presos e íbamos construyendo la realidad”.
Memoria, Verdad y Justicia“La condición humana a veces es complicada. Algunos compañeros han sentido culpa por haber vivido y que otros hayan muerto. La lucha por los desaparecidos, es una lucha que no va a tener fin. Nuestro relato posibilita saber qué pasó en los centros clandestinos, en los vuelos de la muerte, qué pasó con lo que escuchaste alguna vez”, expresó la docente.
“Las políticas negacionistas no solamente son crueles sino que quieren establecer otro sentido común. Hay una especie de perversión porque instalan una duda allí donde hay una certeza”, señaló.
Plantar Memoria“
Plantamos memoria” es una campaña impulsada por Organismos de Derechos Humanos a nivel nacional e internacional. En el marco del mes de la memoria, distintas organizaciones, instituciones, organismos y comunidad en general se han sumado a la plantación de 30.000 árboles en memoria de los 30 mil desaparecidos de la última dictadura cívico militar de nuestro país.
En referencia a la campaña expresó: “Se ha dado de una manera impresionante porque se ha repartido especies nativas por las escuelas y ha sido recepcionado de muy buena manera. Hicimos una plantación en el Ejército -en Paraná-. Plantar Futuro en un lugar en el que, los que estábamos presentes, no sabíamos si íbamos a salir con vida de ahí, me parece que son mensajes que van más allá de todo el contenido”, cerró.