Coronavirus - 23.04.2020

Gabriel Weidmann: “Los éxitos de la ciencia en su alianza con la tecnología son invaluables”

El economista reflexiona en torno a la ciencia y la tecnología, y otros temas de actualidad.
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Gabriel Weidmann: “Los éxitos de la ciencia en su alianza con la tecnología son invaluables”
Gabriel Weidmann: “Los éxitos de la ciencia en su alianza con la tecnología son invaluables”
Días atrás, científicos argentinos lograron secuenciar el genoma de las cepas del coronavirus circulantes en el país. La información obtenida será vital para asegurar la calidad de diagnóstico, complementar la vigilancia epidemiológica y contribuir al desarrollo de una vacuna en un futuro.

Sin dudas los científicos, investigadores y egresados de nuestras universidades nacionales colaboran en la lucha frente a la pandemia. Día a día los equipos y laboratorios demuestran que están a la altura de las circunstancias, mediante los avances, nuevos conocimientos y desarrollos.

Tanto la ciencia como la tecnología inciden ampliamente en el desarrollo de la vida y los procesos sociales. “Frente a la situación actual, vemos que nuestros científicos están tomando un rol fundamental en esta problemática”, expresa Gabriel Weidmann, egresado de la Facultad de Ciencias Económicas de nuestra Universidad, con doble titulación de las carreras de Contador Público y Licenciatura en Economía.



El especialista explica que: “En los últimos años se han dado debates en torno al rol de los científicos e investigadores. Centros de investigación como el Conicet han sufrido el descrédito por parte de un sector de la sociedad; que ponían en duda ‘su utilidad’ respecto a que los científicos eran trabajadores privilegiados que no generaban ningún tipo de valor. Hoy, rápidamente se acude a ellos para exigirles soluciones frente a las problemáticas que van surgiendo. Tener un sistema científico - tecnológico que responda de manera casi inmediata, y con fuertes capacidades, da cuenta de cuál es su valor real”.

Según Weidmann, invertir en ciencia y tecnología es fundamental para cualquier país que pretenda crecer y desarrollarse tanto económica como socialmente. “Invertir en el sector científico - tecnológico implica descubrir nuevas formas de entender las cosas, adquirir nuevos conocimientos, generar soluciones y capacidades que puedan dar respuesta a las grandes problemáticas que tienen los países”.

“Los países que más invierten en ciencia y tecnología han logrado generar entramados productivos más sólidos y diversificados. Pero también, es fundamental para los países en tanto tengan la posibilidad de solucionar los grandes problemas sociales”, agrega el economista y ejemplifica que: “La capacidad de dar respuesta a una problemática de salud, como estamos viviendo hoy en día, también pasa por las capacidades científicas que tenga el país. Por ejemplo, en argentina científicos descifraron el genoma del Covid-19 local. Tener estas capacidades en nuestro país permite, por un lado, dar pronta respuesta a los problemas sociales que se pueden dar y, por otro, generar las soluciones particulares, como cuando hablamos del virus del dengue o la enfermedad de Chagas, o la pobreza o la desnutrición, que son problemas sociales que quizá otro país los tienen resueltos”.



Argentina no es un país estable, ni con políticas de inversión en el sector sostenidas y a largo plazo, depende del tinte político y sus planes de ajuste y reajuste. “Sostener la inversión en ciencia y tecnología es fundamental, debemos pensar que son procesos a largo plazo. Un investigador, es una persona que se forma primero en una carrera de grado, luego tiene formación de posgrado y/o doctoral. Es decir, su carrera científica va madurando y es un proceso de largo plazo”, describe Weidman.

Pero ¿qué sucede cuando se altera o discontinua programas, proyectos e inversión? “En el sistema científico discontinuar procesos generan que éstos no se puedan retomar, ocasionando fuga de cerebros hacia otros países. Romper plazos e inversión que se venían realizando, genera un deterioro del sistema y de las personas en formación. Es decir, si se discontinuan los procesos de aprendizajes y de generación de conocimientos en un país, el resto de los sistemas científicos en otras regiones continúan y avanzan, y vos vas perdiendo de manera relativa posición respecto al sector científico - tecnológico”, comenta.

El rol del estado

Tener respuesta y capacidad a la problemática que se vive está fuertemente vinculada e influenciada por las decisiones estatales. Para Weidmann, el estado es el que debe incentivar al sistema científico para que trabaje sobre las problemáticas en particular. Por eso, se hace imprescindible que la sociedad valore, apoye y respete a los científicos argentinos.



“El estado es quien comanda los procesos de generación de conocimiento científico y el acercamiento de éste hacia los sectores productivos y hacia las problemáticas sociales. Jorge Sábato, -físico y tecnólogo argentino- planteaba la idea de un triángulo: un modelo de política científico-tecnológica que postula que para que realmente exista un sistema científico-tecnológico es necesario que el Estado (como diseñador y ejecutor de la política), la infraestructura científico-tecnológica (como sector de oferta de tecnología) y el sector productivo (como demandante de tecnología), estén en relación de manera permanente”, define Weidmann.

Inversión pública y privada

La generación de profesionales críticos específicos es fundamental para pensar cualquier sistema científico y tecnológico. Se pone de manifiesto la necesidad de que la educación, la universidad pública y el sistema científico forme investigadores críticos. Personas con las capacidades y decisión de mantener y llevar adelante una investigación y/o desarrollos. Pero vivimos en un sistema capitalista. “Lo que requiere una financiación de equipos, laboratorios, logísticas o de lugares de trabajo, entre otros. Aquí debe entrar en articulación el sector público con el privado”, indica el economista.

“El rol del sector privado es múltiple. Por un lado, acompaña al sector público en su propia orientación de lo que pretende en ciencia y tecnología. Por otro, es fundamental para llevar adelante un desarrollo socioeconómico: mediante acciones e inventos generados de tu propio sistema científico. Es decir, como estado generás conocimiento y las empresas desarrollan ese conocimiento, además de generar empleo”, agrega.

Es importante que las empresas, pymes o emprendedores se vinculen con la investigación y los desarrollos tecnológicos que requiere la innovación y/o producto. ¿Cuál es su beneficio?, “es que potencia la inversión y la generación de conocimiento”, dice Weidmann.



Muchas veces una empresa que está ligada a la distribución de bienes están frecuentemente vinculadas a las problemáticas de su entorno. ¿Cuál es la dificultad que aparece?, “todas las empresas persiguen un fin de lucro y de apropiación: del conocimiento, del excedente económico y la tecnología”, comenta.
¿Cuál es la solución que se debe dar? “Encontrar un equilibrio. Posibilitar incentivos mediante distintos mecanismos al sector privado para que genere renta y empleo. Para que sea un círculo virtuoso hacia la sociedad, y brindar soluciones a los problemas: como la generación de condiciones laborales y sociales acordes”, añade.

Según Weidmann, “el estado debe estar presente donde el sector privado no está invirtiendo, por cuestiones de rédito económico o porque no entran en su interés de lucro. Es decir, si como Estado debo investigar o generar una vacuna para la enfermedad de Chagas, que es una problemática social y que afecta a sectores de escasos recursos, se debe fomentar la inversión en este sentido”.

Por último, Weidman manifiesta que: “Los éxitos de la ciencia, en su alianza con la tecnología son invaluables. Han proporcionado una gran capacidad para explicar, controlar y transformar el mundo. Su importancia aumenta con lo que llamamos ‘sociedad del conocimiento’. Es decir, sociedades en las cuales el conocimiento crece constantemente, por su incorporación a los procesos productivos y de servicios. También, por su relevancia en el ejercicio de la participación popular en los procesos de gobierno y por la enorme capacidad cognoscitiva de la humanidad”.
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